"Esta pasión lo había absorbido por entero, apenas comía, ya no dormía, pero soñaba noches y días enteros con su idea fija: los libros."
GUSTAVE FLAUBERT, Bibliomanía

lunes, 21 de diciembre de 2009

25. EL SILENCIO

Tras ni más ni menos que 12 años paseándola por editoriales de variada índole y cosechando noes para nada variados, le envié el manuscrito de EL SILENCIO a CONSTANTINO BÉRTOLO, brillante editor de CABALLO DE TROYA (Random House Mondadori). Tardó 48 horas en contestarme diciéndome que quería publicar la novela. Aún no me lo creo, una novela lírica de estilo durasiano tenía pocas posibilidades de éxito en un mercado tan poco diversificado como este, donde impera la comercialidad y, en consecuencia, la facilidad, ¿o es al revés?
Es un honor pues formar parte del catálogo de una editorial dedicada a Nuevas Voces y guiada por tan solvente capitán. Fecha de publicación: 2008. Fue presentada, en un gesto de amistad, por la escritora NURIA AMAT y el profesor LAUREANO BONET el 17 de junio de ese mismo año en la LIBRERÍA LA CENTRAL de la calle Mallorca.
Como era de esperar, tratándose de una primera novela y sin publicidad alguna, por ahora se ha vendido poquísimo; pero he recibido algunas opiniones elogiosas que compensan con creces mi escaso éxito. Eso sí, algunos lectores me han dicho que pasar de la primera página les ha costado un montón... Ay, almas cándidas, no saben que esa era mi intención.
Para muestra un botón:

Ella aún es joven, incluso demasiado joven para ir a las olas. Es joven y no soporta conversar. Porque desde que visita las olas se le ha debilitado la voz y se le traban las palabras y se confunden con otras que ella ni siquiera ha llamado, ni siquiera con el pensamiento. Como si la invadieran, la conquistaran: ellas, las palabras que ella ni siquiera ha llamado desde que va a las olas. Por eso no soporta hablar, no puede hablar, le supone un gigantesco esfuerzo, un indecible esfuerzo. Y en la casa grande es inevitable hablar. Como si estuviera prohibido el silencio y fuera necesario sacarlo todo, desembucharlo todo. Explicar. Explicarse. Hablar desde la nostalgia del silencio, añorando el silencio que sólo está en las olas, en las olas que ella mira y escucha sentada frente a las olas, dejando que las gotas que trae el viento le acaricien los brazos y las mejillas.